Colegio
“Silviano Carrillo Cárdenas”
“Enseñando
bajo la luz de la verdad”
“LEYENDAS TEMPLOS Y CAPILLAS DE
PÁTZCUARO”
MÉTODOS DE INVESTIGACIÓN I
PRESENTA:
ADAMARI
LÓPEZ CÓRDOBA
BELEM
TERCERO FELIPE
KARLA
SOFÍA ARREOLA CHÁVEZ
MARIANA
MONSERRAT ÁVILA TALAVERA
ASESOR:
ENRIQUE SOTO GONZÁLEZ (DIRECTOR DE CULTURA
PÁTZCUARO)
Pátzcuaro
Michoacán
Noviembre/2016
CONTENIDO
PROLOGO
Objetivo del Trabajo
Introducción
CAPÍTULO I
MARCO HISTÓRICO DE PÁTZCUARO
MARCO SITUACIONAL
Pátzcuaro
Clima y ecosistemas región Pátzcuaro
Principal actividad económica
Música Tradicional Purépecha
CAPÍTULO II
MARCO TEÓRICO
Concepto leyenda
Origen de la leyenda
Cuadro estructura de la leyenda
Características de la leyenda
Tipos de leyendas.
Diferencia entre mitos y las leyendas
Género literario al que pertenece la leyenda
Pátzcuaro, lugar de mitos y
leyendas
CAPÍTULO III
PRINCIPALES LEYENDAS DE PÁTZCUARO
El origen del lago de Pátzcuaro
La milagrosa cruz de piedra de Pátzcuaro
El rosal protector
Las rosas de san
Francisco
Nuestro padre Jesús de Taretan
El delincuente arrepentido
Hapunda
Leyenda de la pila de San Miguel
El Manantial de la alcantarilla
El balcón tapiado
El lago encantado de Zirahuén
El origen de las garzas en
Pátzcuaro
La campana encantada del lago
La aparición de Santiago apóstol en Pátzcuaro
El Reloj de la catedral
La fuente de Santa María
La curandera celestial
Salud de los enfermos
El carruaje del santísimo
CAPÍTULO VI
TEMPLOS DE PÁTZCUARO
La Basílica
Templo de la Compañía de Jesus
Convento Dominico de Santa
Catarina (Casa de los once patios)
Templo del Sagrario
Santuario de Guadalupe
Templo de San Francisco
Templo del Hospital de san Francisco (el Hospitalito)
Templo de San Juan de Dios
CAPÍTULO V
CAPILLAS PÁTZCUARO
Capilla del humilladero
Capilla de el Calvario
Capilla de la Cruz Verde
Conclusión
PROLOGO
Tenemos el enorme agrado de presentar esta
recopilación de las principales leyendas de esta ciudad de Pátzcuaro, elegimos
este tema porque nos parece importante el rescate de nuestras tradiciones
orales, que nos transporten con la imaginación a hechos reales o fantásticos o
bien a la mezcla de ambos, nos sentimos motivados cuándo escuchamos hablar de
nuestra hermosa ciudad, de las leyendas que en ella han ocurrido y forman parte
de la historia y tradición de esta localidad.
Este trabajo de recuperación tiene la finalidad
de que al terminar de leerlo se despierte el cariño por Pátzcuaro, el respeto
por nuestra cultura y el interés por desenterrar nuestras costumbres.
Objetivo
del Trabajo
Conocer las
leyendas Patzcuarenses
Conocer la
historia de los templos
Saber la
importancia de las capillas de la ciudad.
Explicar su
valor histórico.
Introducción
Pátzcuaro es una pequeña parte de Michoacán
corazón histórico del estado, en el surge una ciudad digna de admirarse por la
construcción de sus templos, por la historia y por su gente, consideramos
importante saber quien fundó nuestros templos, en que época, además de que algunas
leyendas que se exponen en esta recopilación se narran en algunas de estas
edificaciones.
Es una ciudad plagada de leyendas, que las
generaciones han ido transmitiendo a otras, que en la actualidad sobreviven al
amparo de todos los rincones, la gente
de la región se ha distinguido por su espíritu comunicativo, gracias a hombres
y mujeres de otras épocas, conocemos su historia.
Se incluyen varias fotografías que son de gran
utilidad para la localización de los hechos, entregamos este trabajo con todo
respeto y con la voluntad de que sea de su agrado, confiando en que al terminar
de leer se despierte el amor y deseó por conocer más sobre Pátzcuaro.
CAPÍTULO I
A
Pátzcuaro se le atribuyen dos significados: “Lugar donde tiñen de negro” o
“lugar de cimientos para templos”. Es una verdadera joya de la arquitectura
colonial, donde se pueden apreciar monumentos religiosos de estilo barroco y neoclásico en excelente estado de conservación, es el
centro ceremonial de los antiguos indios purépechas, descendientes de las
tribus primitivas que en el siglo XIII, llegaron a las riveras del lago dos
descendientes de los hermanos Paracume y Veapani, fundaron Pátzcuaro hacia el
año 1360.
Existen
muy variadas opiniones sobre el nombre
de esta ciudad, se ha establecido que el nombre completo es Tzacapu- Amucutin-
Pátzcuaro.
Tariácuari
hacia el año 1400 repartió sus dominios en tres reinos, uno de ellos fue
nuestra ciudad.
Fue
teatro de importantes acontecimientos durante la lucha por la emancipación, fue
escenario de episodios en los que participo José Salgado.
En el año de 1540, don Vasco de Quiroga
traslado a esa población la ciudad de Michoacán trajo consigo veintiocho
familias españolas, treinta mil indígenas construyo el colegio de San Nicolás,
el hospital de Santa Marta, la Basílica, la Capilla del humilladero.
Estableció
su catedral en el templo de el Salvador, en tanto se iniciaba su gran utopía
arquitectónica, construir la catedral
más grande de la cristiandad americana.
En
1538 mando hacer la imagen de nuestra señora de la Salud, en 1540 el colegio
más antiguo de los que existen en América, dedicados en los primeros años a la
enseñanza de los jóvenes no menores de veinte años.
En
defensa de Pátzcuaro, se enfrento al virrey Antonio de Mendoza, sobre todo a
raíz de la fundación de la nueva ciudad de Michoacán. (Mexico, 2006)
MARCO SITUACIONAL
Pátzcuaro
El
Municipio de Pátzcuaro es uno de los
113 municipios en que se encuentra dividido el estado mexicano de Michoacán de
Ocampo, localizado en el centro del estado, su cabecera, la ciudad de Pátzcuaro, es mundialmente
conocida como destino turístico colonial y está situada junto al lago de Pátzcuaro. Su población para
el censo de 2010 era de 87,794 habitantes.
Geografía
El municipio de Pátzcuaro está localizado en el
centro del estado de Michoacán y tiene una extensión territorial de 435.96
kilómetros cuadrados que representan el 0.75% de la extensión total del estado.
Limita al norte con el municipio de
Tzintzuntzan, al este con el municipio de Huiramba y con el municipio de
Morelia, al suroeste con el municipio de Tacámbaro, al sur con el municipio de
Salvador Escalante y al oeste con el municipio de Erongarícuaro.
Pátzcuaro está en el centro de la
llamada Meseta Purépecha y del Eje Neo Volcánico, que forma su principal
sistema de relieve, este se localiza principalmente en el sur del municipio,
donde se encuentran las principales elevaciones como el Cerro Colorado, el Cerro
El Frijol, Cerro Burro, y en la zona sureste el Cerro la Nieve que es la mayor
elevación del municipio, alcanzando los 3,440 metros sobre el nivel del mar que
lo convierten en el cuarto más elevado del estado de Michoacán.
Hidrografía
El principal cuerpo de agua del
municipio es el Lago de Pátzcuaro que se localiza en
su extremo norte y es compartido con los municipios de Tzintzuntzan y Erongarícuaro existen además pequeñas corrientes superficiales
como el Arroyo el Chorrito y varios manantiales, todas estas corrientes
desaguan en el Lago de Pátzcuaro.
Clima y ecosistemas región Pátzcuaro
Todo el territorio de Pátzcuaro registra un clima sub húmedo con lluvias en verano, con
excepción de un pequeño sector en el extremo sureste en que el clima es
clasificado como Semi frío sub húmedo
con lluvias en verano, la temperatura media anual registrada en el zona sur y
suroeste del municipio, la más elevada, es de 12 a 16 °C, mientras que
en el resto del territorio es de 16 a 24 °C y la precipitación promedio
anual es de 1,000 a 1,200 mm.
La
mayor parte del territorio de Pátzcuaro está cubierta por bosques, sobre todo
en los terrenos más elevados, las zonas planas y bajas son dedicadas a la
agricultura, existiendo también pequeñas zonas de pastizal.
Las
principales especies vegetales que se encuentran son: pino, encino, cedro,
oyamel y junípero.
La
fauna que hay en la región se compone de: ardilla, cacomiztle, coyote, liebre,
armadillo, tórtola, cerceta, pato, aguililla, chachalaca, achoque, además de
las especies del Lago de Pátzcuaro, donde destacan: pez blanco, charal, carpa,
lobina negra y mojarra. (CEDEMUM,
1999)
Principal actividad
económica
La
principal actividad económica en esta región es el turismo, y en menor medida
otras actividades como la pesca, la fabricación de muebles coloniales de
madera, industria textil, productos de corcho, mantas, artesanías de madera
como bateas, máscaras y juguetes; alhajeros, herrería artística, joyería
artística, figuras religiosas y papel picado.
La
región Pátzcuaro-Zirahuén está conformada por los municipios de Acuitzio,
Huiramba, Erongarícuaro, Pátzcuaro,
Quiroga, Salvador Escalante, Tzintzuntzan y Lagunillas, resaltando Pátzcuaro y
Quiroga por su importancia dentro de las actividades económicas del estado y de
la propia región.
Artesanías de la
región Pátzcuaro.
El arte popular se caracteriza por ser un arte íntimamente ligado
a la vida comunitaria, las máscaras son creadas por alguien que forma parte
actica de la sociedad o grupo. Las máscaras viven en las tradiciones y muestran
la cosmovisión de los indígenas. Cada máscara refleja la riqueza del arte
popular, el proceso creativo, constante y continuo, ya que su diseño expresa
visiones y percepciones de su propia cultura, haciéndola viva y latente. En las
localidades de la región purépecha las máscaras adquieren vida en sus danzas
como la de los viejitos.
Tule y chuspata
Desde tiempos inmemoriales, los artesanos de la región lacustre de Pátzcuaro
elaboran objetos diversos con tule y chuspata, variedades de
espadaña. En un principio producían únicamente petates, cuyo uso sigue siendo
común entre los indígenas. En la actualidad, artesanos de las comunidades de Ichupio, Puácuaro y San Jerónimo, elaboran
cestos, bolsos, manteles, tortilleros, tapetes y figuras diversas de aves y
personajes, que representan imágenes cotidianas tomadas de su entorno inmediato
y común. Los productos de tule y chuspata se tejen generalmente en talleres
familiares con materiales que obtienen directamente de las orillas de los
lagos, principalmente de Pátzcuaro. Estos
objetos de gran creatividad y variedad se comercializan en ferias y tianguis artesanales
tanto en Michoacán como en el resto del país.
Fibra y chuspata
Los indígenas de la
región del Lago
de Pátzcuaro iniciaron su actividad de tejido en la
representación de imágenes religiosas: cristos, vírgenes y santos, para adornar
templos y altares; en fiestas como la del Corpus, donde los artesanos
participan en la procesión, portando los objetos que elaboran para después
regalarlos.
Música Tradicional
Purépecha
La Música Tradicional Purépecha tiene
sus orígenes en la época prehispánica. Fue en la época de la conquista cuando
los misioneros utilizaron la música, la danza, el canto y el teatro como
recursos didácticos para llevar a cabo la evangelización.
La trompeta, la flauta y el órgano, son algunos de
los instrumentos musicales que paulatinamente se fueron incorporando. Esto
provocó un sincretismo entre la música religiosa europea que llegó con los
frailes agustinos, en el siglo XVI y la música ya existente en las comunidades
purépechas.
La Música
Tradicional Purépecha se conserva hoy en día en diferentes
comunidades de Michoacán.
No obstaste, los distintos ritmos musicales que las nuevas generaciones
escuchan, los integrantes de la comunidad purépecha mantienen el compromiso de
preservar, cuidar y fortalecer esta manifestación artística.
CAPÍTULO II MARCO TEÓRICO
Concepto leyenda
La leyenda (del latín “legenda” que
significa lo que es obligación leer”) es un relato oral o escrito, ficticio o
irreal, generalmente contenido histórico, que presenta
elementos sobrenaturales o mágicos donde sus protagonistas son seres
humanos, que luego sufren mutaciones.
En esto se diferencia del mito, donde los
personajes son dioses o héroes.
Se transmiten a través de las
generaciones, y pueden sufrir por ello, alteraciones. Muchas veces poseen un
contenido moral, siendo los protagonistas premiados o castigados por sus
acciones.
La historia se desarrolla en
un tiempo y lugar específicos, datos que son reales, lo que las hace parte de
las tradiciones lugareñas, pero los hechos que allí se desarrollan están
teñidos de irrealidad, en mayor o menor grado.
Nacidas con sentido religioso, siendo
textos escritos leídos en los templos, compiladas muchas veces, como ocurrió
con las leyenda de los santos, pronto se secularizó, para intentar explicar
cualquier tipo de fenómeno que la razón no lograba entender.
Generalmente pretenden explicar el origen de realidades cuya
demostración científica no ha sido posible, haciéndolas aparecer como ciertas,
aunque son producto de una frondosa imaginación.
Las leyendas urbanas son actuales, y
tratan hacer aparecer fenómenos inusuales de la vida cotidiana con
connotaciones sobrenaturales y exageradas, difícilmente creíbles, pero
con pretensión de certeza.
Algunos personajes célebres por sus
extraordinarias cualidades, de dudosa existencia histórica, son calificados
como legendarios. (De conceptos.com, 2016)
Origen de la leyenda
Se cree que las leyendas cobraron gran
importancia en la antigua Grecia, gracias a la mitología. Ya a partir de estos
relatos pueden ser identificados ciertos rasgos religiosos, y se caracterizaban
por sus desenlaces fatales.
Dentro del mundo literario las leyendas
son concebidas como narraciones ficticias, incluso muchas veces fantásticas,
que inicialmente eran transmitidas oralmente de generación en generación. Las
mismas son entendidas como el reflejo del folclore de determinados pueblos. Es
por ello que muchas veces son manifestados ciertas aspiraciones o metas, miedos
e incluso la propia ideología de dichas civilizaciones en relación al medio que
habitan.
Dentro de estos relatos son incluidos
ciertos datos históricos o lugares determinados. De hecho, se cree que muchos
de los personajes mencionados dentro de las leyendas realmente existieron. Sin
embargo se ha demostrado que por lo general estas reseñas no son fieles a la
realidad.
La transmisión permite la transformación de la
misma, donde los emisores pueden agregar o quitar pasajes o detalles. Estas
transformaciones pueden ser realizadas por descuidos o adrede, ya sea por
cuestiones estéticas o por intentar captar la atención del receptor. Cuando las
leyendas comenzaron a ser escritas, perdieron esta capacidad de ser modificadas
constantemente.
Cuadro
estructura de la leyenda
Titulo:
Del latín titulus, un título es un término o una expresión que comunica la
denominación o la temática de una obra, ya sea un libro, un disco, una
película, etc.
Inicio:
Del latín initium, inicio es un término que puede utilizarse como sinónimo de
comienzo.
Desarrollo:
La palabra desarrollo tiene un significado pero múltiples acepciones. Para una
definición general, diremos que desarrollo es un proceso de evolución.
Fin:
La palabra fin es terminar una historia etc. con unas buenas conclusiones.
Características de la leyenda
Ø Se
recurre a la exageración, tanto de los personajes como del evento que se
relata.
Ø Se
catalogan como historias tipo narrativo.
Ø Se
transmiten de generación en generación.
Ø Puede
ser de carácter oral u escrito.
Ø Se
trata de historias de ficción, que partieron de sucesos reales.
Ø Por
lo general se centran en los logros y en los mismos personajes que hicieron
historia y que son dignos de recordar.
En
las leyendas siempre se recurre a la exageración tanto de las características
de los personajes como de los eventos. Las mismas se cuentan no solo por
entretenimiento sino para informar sobre una posible verdad sobre un tema
determinado, la cual ha pasado de generación en generación. Un ejemplo de ello:
son las leyendas de como se originó el planeta, que muchos creen que fue por un
ser divino conocido como Dios, y otros dicen que fue a causa de una gran explosión
en el universo Big Bang.
Tipos de leyendas.
Ø Leyendas escatológicas
Se
trata del tipo de leyenda que cuenta sobre las doctrinas y creencias de la vida
de ultratumba. En estos se predice cómo es que la vida humanidad o el mundo
terminarán. Leyendas etiológicas Son las historias que dan a conocer los
orígenes de los elementos propios de la naturaleza, como son las montañas, los
valles, las lagunas, etc.
Ø Leyendas míticas
Este tipo de leyenda habla sobre sucesos o
fenómenos sobrenaturales.
Ø Leyendas históricas
También
llamadas leyendas clásicas, estas cuentan todo lo sucedido desde el principio
de la humanidad, donde a través de ellas se conocen los misterios de
civilizaciones antiguas, como son los romanos y los griegos.
Ø Leyendas religiosas
Se
trata de las historias que se suelen contar sobre dioses, pecadores, justos,
demonios, santos, monjas y demás
personajes que suelen referirse en las religiones y que son aceptados por
ellas.
Ø Leyendas urbanas
Son
las leyendas que se enfocan en halar sobre personajes urbanos, donde se llega
hacer hincapié en los pueblos y en las ciudades.
Ø Leyendas teogónicos
Son
las leyendas que cuentan sobre la vida y fuerza de los dioses.
Ø Leyendas cosmogónicas
En
este tipo de leyenda se busca dar explicación sobre cómo se creó el mundo.
Estas suelen ser las más abundantes y las más extendidas a comparación de los
demás tipos de leyendas. En ciertas leyendas se cuenta que la tierra surgió del
un océano primigenio.
Ø Leyendas morales
Estas
leyendas se llegan a contar en casi todas las sociedades del mundo, donde se da
a conocer la lucha existente y persistente entre el bien y el mal, que en
muchos casos se habla sobre el enfrentamiento de ángeles y demonios que son
basados por una subjetiva interpretación que se le da a la historia.
Ø Leyendas antropogónicos
Estas
leyendas tienen cierta relación con los mitos cosmogónicos, donde llegan a
contar en diferentes culturas ciertas
historias que aluden a la forma en que el hombre fue creado.
Ø Leyendas fundacionales
Se
trata de las leyendas que se enfocan en contar como fue que surgieron, se
desarrollaron y prevalecieron ciertas ciudades o terrenos.
Ø Leyendas astronómicas
Son
las leyendas que cuentan historias sobre el espacio, como son los relatos
relacionados con el sol, la luna, los cuerpos celestes y demás astros del
universo. (MasTiposde.com, 2016)
Diferencia entre mitos y las leyendas
Muchas personas tienen al errónea creencia de que los mitos y las leyendas son la misma cosa y aunque sean similares, también tienen muchas diferencias por lo que para nada son sinónimos.
Los mitos se refieren generalmente a historias tradicionales que ocurren en un pasado intemporal.
Muchas personas tienen al errónea creencia de que los mitos y las leyendas son la misma cosa y aunque sean similares, también tienen muchas diferencias por lo que para nada son sinónimos.
Los mitos se refieren generalmente a historias tradicionales que ocurren en un pasado intemporal.
Pueden
involucrar elementos sobrenaturales y están más allá de las fronteras de la
lógica. Los mitos también pueden dar una explicación religiosa.
Estos
tienen su propia cronología con los acontecimientos y no pueden estar
relacionados con las líneas temporales presentes. También pueden ser cosas
imaginarias.
Las leyendas sin embargo, son historias de personas
reales que han conseguido ser famosas por hacer algo valiente o extraordinario;
y es que podemos encontrar numerosas leyendas acerca de temas de cierta
importancia histórica. No es una explicación de algo ni una narración
simbólica, ya que están basadas en un evento.
Género literario al que
pertenece la leyenda
Para
la escritora Herlínda del Socorro Ramos, la leyenda es un "género literario, épico o narrativo de transmisión oral, que
inicialmente relataba vidas de santos o hazañas de héroes, con abundantes
componentes fantásticos, misteriosos y folclóricos."
Por
lo tanto, la leyenda es un relato fantástico o parcialmente histórico que forma
parte de la tradición de un pueblo o región y se transmite de boca en boca. En
ella se narran hechos irreales que son proyectados en la realidad.
En
este sentido, la autora Antonia María Ortiz expone que la leyenda "puede
ser de muy diversa condición: mágica, religiosa, etc. Y sus efectos recaen a
veces sobre los hombres que jugaron u papel importante en la vida social y
política de una época, sobre todo si lograron amplia resonancia en una
comunidad".
Pátzcuaro es uno de los ocho Pueblos Mágicos
que tiene el estado de Michoacán, este lugar alcanza su esplendor durante las
fiestas de Día de Muertos cuando los panteones, las calles y el lago del lugar
se cubren de flor de cempasúchil y velas para honrar a los difuntos, lo que
genera un espectáculo único en el mundo.
El nombre de este pueblo mágico significa “la
puerta del cielo” y fue el principal centro religioso de esta civilización,
pues se creía que en ese lugar ascendían y descendían los dioses.
Por otra parte, además de festivales y ceremonias
Pátzcuaro cuenta con una gastronomía variada, platillos típicos de recetas
prehispánicas, como tamales tarascos, uchepos o tamales de ceniza; así como la
sopa tarasca, la olla podrida, nieve de pasta, entre otros.
Este destino se encuentra cargado de atractivos
turísticos, pues los purépechas establecieron un importante centro ceremonial,
mismo que fue fundado por Curátame en 1324,
gobernado por Tariácuari a partir de 1372. (SECTUR,
2016)
CAPÍTULO III
PRINCIPALES LEYENDAS DE PÁTZCUARO
PRINCIPALES LEYENDAS DE PÁTZCUARO
El origen del lago de Pátzcuaro
Uno de los espacios geográficos de Michoacán es la región del lago de
Pátzcuaro, apreciado por la singular belleza, del lugar; por su vegetación; por
su gente, por su tradición, su historia, su clima que también le cae al
cuerpo. Decimos pues que el centro, de nuestra antigua
civilización, y de nuestros actuales pueblos es el lago.
Antes
de lo que floreciera la cultura
purépecha o purhe, lo que ahora es nuestro orgullo natural no era más que un valle de los que escasean en nuestros rumbos.
Un día soplo por los cuatro vientos
cardinales un fuerte viento huracanado, los antiguos moradores se estremecieron
de temor cuando el cielo se pinto de rojo, de él se desprendió una gran masa
ardiente, que con gran estruendo fue a
dar en lo que se llamo la Huecorinchia, después Huecorio.
Al recuperarse de la no muy grata impresión ,
los vecinos de aquellos lugares acudieron a la zona , encontrando a raíz del
fenómeno que había surgido por doquier arroyuelos de agua cristalina que por
fuerte caudal , comenzaron a formar charcos , dando lugar más tarde a un
espacioso lago al pesar del tiempo .
Cuando los chichimecas llegaron por estas
tierras encontraron ya el majestuoso espejo, centro de nuestra cultura.
La milagrosa cruz de
piedra de Pátzcuaro
Los
habitantes de Pátzcuaro tenían un
afecto especial por una cruz de piedra que se encontraba en el atrio del
convento de los padres franciscanos.
EL obispo de la ciudad, envió unas
diligencias originales hechas sobre la averiguación de los movimientos milagrosos
de la santa cruz de piedra. Hicieron las investigaciones pertinentes sobre lo
extraordinario que era esa cruz, está fue la causa de la grande veneración
hacia ella por parte de los patzcuarenses. El pueblo pidió al virrey de la
licencia para edificar una capilla donde estuviera con mayor veneración. Antes
de conceder la licencia, mando al fiscal de la audiencia para investigar si la
capilla había de administrarla el párroco o el guardián del convento, quien
alegaba derechos sobre la posición de esta santa cruz por encontrarse en un
sitio del convento. El fiscal debía informar al virrey sobre la realidad de los
movimientos de la cruz.
El 5 de agosto de 1654 contestó una carta el
fiscal al virrey donde decía: "parece estar averiguando ser sobrenatural y
milagroso al movimiento que a tiempo hace la santa cruz de la piedra de la
ciudad de Pátzcuaro", así dando
este dictamen se agregaba que ya se podía otorgar la licencia para edificar la
capilla.
Entonces la capilla se construyó,
conservándola hasta el siglo XVIII, en
el que fueron destruidas la capilla y la cruz.
El rosal protector
El
siglo pasado se desató la guerra de reforma, entonces fue decretada la confiscación
de bienes del clero. Sacerdotes, frailes y monjas tuvieron que dejar sus
conventos casas o templos. Los primeros en recibir la orden, fueron los padres
agustinos quienes poseían ricas propiedades ente ellos una huerta dentro del
convento.
Surgió
como muchos lugares el oportunismo de vividores. Así pues, un buen día una
muchedumbre supuestamente enfurecida se dirigió al templo San Agustín con el
fin de incendiarlo. Lo cierto es que no lo lograron, hasta nuestros días
desconocemos la causa de su desistimiento. Pero en esos momentos una mujer
se dirigió al templo, saco de él un
copón, que tenía en su interior la sagrada eucaristía dirigiéndose a la huerta
para buscar un lugar donde ocultar aquella preciada joya. Encontró un rosal con
mucho follaje, pero sin flores, decidió depositar en ese lugar la reliquia. Al
sentir la planta el contacto de la divinidad, le brotaron muchas flores blancas
que ocultaron más aún aquellos objetos.
Cuando
la ciudad recobro la calma, el sacerdote se preguntaba donde había quedado el
copón, comenzando a indagar, sin resultado alguno. Cuando aquella mujer se
enteró de la búsqueda, se dirigió al sacerdote para indicarle el lugar donde lo
había ocultado, cosa que había hecho en
un último intento por salvar la reliquia de las manos profanadoras.
Intrigado
el pueblo, acompaño al sacerdote hasta la huerta, donde encontraron aquel rosal
lleno de vida, se retiró el follaje con cuidado, sacando la joya para ser
reintegrada al servicio de Dios.
Después
se supo que este rosal había sido plantado tres siglos antes por Fray Francisco
de Asís.
Las rosas de san Francisco
Pátzcuaro
es uno de los lugares privilegiados con el don divino; fue la segunda
ciudad donde comenzaron los franciscanos
a sembrar la semilla del cristianismo.
Pasó el tiempo, fray Martin de la
Coruña con otros soldados franciscanos fundaron su convento en el siglo
XVI, enseñando a los indígenas de la
nueva religión. Uno de estos barones era
Fray Francisco, quien haciendo honor a su nombre, servía de ejemplo entre sus compañeros,
despertando cariño entre la feligresía.
Al ser bendecido el convento se encamino al lugar
que destinarían para huerta, con la ayuda de varios indígenas comenzó a
arreglar la tierra para después sembrar en ella olivos, higueras, granados,
flores, dejando un espacio importante para colocar en él un rosal diciendo:
"este rosal es para mí amado Jesús y para mi padre seráfico, solo debe
florecer hasta el día en que mi cuerpo miserable, se encuentre tendido y
amortajado en la sala de profundis de nuestro convento".
Pasaron los meses, un buen día las campanas
anunciaron una muerte: la gente deseosa de saber quien había muerto se encaminó
al templo, donde fue informada por el superior del fallecimiento de Fray
Francisco.
Recordando la promesa del rosal, fueron al huerto
encontrando aquella planta fragante, cubierta de rosas blancas, que
inmediatamente cortaron dejándolas en las maños del difunto.
Desde aquel día el rosal siempre vivió en primavera
cubierto de flores blancas.
En el siglo pasado fue encontrado este mismo rosal,
el cual se hizo presente en otra leyenda, de aquellas flores blancas solo
quedaba un extenso follaje.
Nuestro padre Jesús de Taretan
En el siglo XVII, el convento
de santa Catarina mártir de esta ciudad, contaba con dos ricas haciendas, era
costumbre traer de ellas dos veces al año las provisiones para los moradores de
la casa de Dios.
En una ocasión, una de las
mulas entro hasta el mismo templo con la carga a cuestas, los esfuerzos por
sacarla fueron inútiles. Entonces ordenaron que se descargara ahí mismo,
encontrando que solo traía una caja, que al bajarla, la mula salió del recinto
sin mayor problema. Al abrir la caja, encontraron una escultura de Jesús de
nazareno, por lo que interpretando la voluntad de Dios se vistió a la imagen y
se le dio un lugar preferente en el templo. La
noticia rápidamente se corrió,
acudiendo la gente a venerar la imagen, llamándola desde entonces nuestro santo
señor de Taretan.
En memoria de los sucesos, era
sacada del templo cada viernes santo, expuesta en la portería del convento
durante el día, por la noche era conducida hasta la capilla.
La capilla duro dos siglos,
hasta que poco a poco se fue perdiendo, en la actualidad se encuentra al
cuidado de los padres agustinos en el templo de san Juan de Dios,
inmediatamente después del cancel a mano izquierda.
El delincuente arrepentido
En la plaza mayor de esta ciudad, al lado poniente se encontraba la
cárcel real, morada de delincuentes que
atentaban contra la moral, la ley o las costumbres del reino.
Aquí se le
encontraba recluido un sujeto de
origen español, que era considerado como altamente peligroso por la cantidad
de crímenes que había cometido. Fue
asignado a la galera perpetua, las autoridades
virreinales para poner el caso en manos de la real audiencia.
Así sucedió, se dicto la pena máxima, el asesino
lloro amargamente, comenzando a gemir al
ver con tan aterradora cercanía la muerte.
Ese día,
cuentan era un sábado; todos los sábados la sagrada imagen de Nuestra
Señora de la salud recorría la ciudad,
seguida por cientos de fieles, por cantos que hacían temblar de emoción los fresnos de la plaza
mayor.
Fue en este lugar, frente a la cárcel, que la imagen dirigió su mirada a aquellos infieles. El reo
sentenciado , se asomo por la reja , al
ver esos ojos tan llenos de dulzura , imploro auxilio a nuestra madre con voz entrecortada , ofreciendo a cambio de su salvación , la dedicación por
completo de su vida por completo a nuestra virgen , además de propagar sus
milagros .
La virgen se condolió de su situación, pocos días después del ofrecimiento, fue
llevado a la presencia del alcalde mayor, quien le entrego un pielgo donde constaba su libertad, gracias a las grandes
influencias de uno se sabe quién. Solo el
pecador comprendió que se iniciaba así un pacto
entre él y la divinidad de la imagen; encontrándose en la calle, el
sujeto se dirigió al santuario de su protector. Desde entonces, sirvió hasta el fin de sus días como fiel esclavo,
componiendo la música que acompañaba a la letanía en las festividades de
nuestra señora.
Hapunda
“Hapunda” Hapunda, la princesa de la isla de
Yunuén, era excepcionalmente bella y gentil. Llegada su fama a oídos de unos
invasores chichimecas, se proponen raptarla y entregarla a su propio rey. Los
hermanos de la princesa le ofrecen defenderla, pero ella sabe que el ejército
enemigo es mucho más poderoso, de modo que decide escapar y contarle su drama
al lago de Pátzcuaro, que es su novio. Éste le aconseja que se sumerja en sus
aguas y se unan así para siempre. Luego de hacerlo, Hapunda renace en forma de
garza blanca y vive en el lago al que adorna y del que se nutre.
“Hapunda”, en purépecha antiguo, significaba lago o
laguna.
Leyenda de la pila de San Miguel
Cerca
de la Casa de los Once Patios, se encuentra una fuente con la imagen pintada
del arcángel San Miguel.
La
leyenda cuenta que sacerdotes purépechas enjuagaban sus collares hechos de
caracoles llenos de sangre en la fuente, por lo que el agua se penetró de un
fuerte sabor salado.
Dicen
que poco tiempo después, varias mujeres veían al mismísimo demonio en la pila,
por lo que Don Vasco de Quiroga ordenó pintar la imagen del arcángel.
Actualmente se dice que el agua proveniente de esta fuente, tiene propiedades curativas.
El Manantial de la alcantarilla
“El manantial de La alcantarilla” Condolido de la
población que sufre la sequía que azota Pátzcuaro, Vasco de Quiroga hace el
milagro de obtener agua de la tierra, enterrando su cayado en ella. Pero existe
la opinión de que los hechos ocurrieron de otro modo: en medio de la dura
sequía, Quiroga, buen observador, vio a un pajarillo entrar varias veces seco a
un matorral y salir de él siempre mojado. Al buscar en las plantas de
referencia, encontró el manantial que años más tarde, al conducirse por razones
de urbanismo a la alcantarilla cercana, recibió el nombre con el que aún se lo
conoce.
Es ésta una
leyenda profundamente arraigada en la cultura local y en la creencia religiosa
de la región del lago de Pátzcuaro, y las referencias documentales sobre la
misma son numerosas. Existe en Pátzcuaro un monumento de cantera en el punto
donde brota el manantial, con una lápida en la que se hace alusión al ya aquí
referido milagro de Vasco de Quiroga. (Pages, 2005)
El balcón tapiado
El cuarto balcón de este edificio, es conocido con el nombre de “El balcón tapiado” debido a que no es un verdadero balcón, solo está indicado como tal. Según la leyenda la hija del dueño de esta casa se enamoró de un sastre, y al darse cuenta el padre de la chica de este amor, encerró a su hija en la habitación; a pesar de esto se continuaban viendo por medio del balcón, pero el papá de la chica al descubrirlos mando tapiar el balcón poniendo una pared de adobo de manera, para que el balcón quedara figurado y no lo notaran los que pasaran por la plaza. Su hija, al no poder ver a su amor, se enfermó de tristeza, enfermo de anemia al no comer y murió… Del sastre no se volvió a saber nada.
El lago encantado de Zirahuén
A 20 km de Pátzcuaro, en el centro del estado de
Michoacán, está Zirahuén, comunidad de artesanos y rica gastronomía. Su hermoso
lago homónimo en el corazón de la meseta purépecha, rodeado de sitios ideales
para el descanso y la recreación, la convierten
en excelente opción para pasar días inolvidables.
Zirahuén quiere decir espejo de los dioses,
significado que explica la leyenda. Tras la caída de Tenochtitlán, entre los
españoles recién llegados a Michoacán un capitán quedó prendado de la princesa
Eréndira hija del rey purépecha
Tangaxoan, a quien raptó y escondió en un precioso valle envuelto por montañas.
La bella mujer lloraba suplicando a sus dioses que la salvaran; los dioses del
día y la noche, Juriata y Járatanga, le concedieron furia a sus lágrimas para
con ellas formar un lago e hicieron de sus pies una cola de pez; convertida en
sirena se salvó del sufrimiento y pudo huir de aquel extranjero. Los lugareños
cuentan que todavía vaga por esas aguas profundas y que a la víspera del amanecer emerge para
encantar a los hombres de mal corazón.
Otra versión señala que fue Eréndira quien se
enamoró de un gallardo hombre de un ejército enemigo al hallar en él las
cualidades de su estirpe, pues merecería su amor quien fuera valiente y
arrojado. Al enterarse, el rey prometió reconocerles el derecho de amarse sólo
tras una entrampada condición: el guerrero tendría que pelear contra muchos
otros caciques enemigos… Una vez derrotados todos los reinos vecinos, el engaño
se hizo evidente, el rey exigía ser igualmente derrotado. La princesa, de pie
entre ambos para evitar el enfrentamiento, rogó a su amado que se fuera: “No
quiero ser la responsable de la muerte de ninguno de los dos. Si mi padre gana,
te pierdo para siempre. Si tú sales vencedor, no me casaría contigo”, dijo. El
joven tuvo que aceptar y ella, ante la tristeza por la pérdida del amor y por
la traición filial se entregó a un profundo llanto hasta formar el lago con sus
lágrimas. Gracias a los dioses sería convertida en sirena para no morir ahogada
y en adelante la mujer-pez se convertiría en raptora ocasional de pescadores o
pequeños navegantes por confundirlos con su amor. (Mexico desconcido, 2005)
El origen de las garzas en Pátzcuaro
En la isla Yunuen, vivía un anciano con su hija, la
princesa Hapunda, ella pasaba su tiempo libre contemplando el lago y platicando
con las olas, un día le juro al lago, no separase nunca de él, después de un
tiempo, un hombre se dirigió a la princesa y a su padre, solicitando la mano de
Hapunda, de lo contrario mataría a su padre, el anciano contesto que la
decisión correspondía únicamente a su hija, quien acepto únicamente por
salvarle la vida, entonces se arreglo la fecha de la boda.
Hapunda lloraba todas las tardes su desgracia, en
unas de las ocasiones, una voz proveniente de las olas le recordó el juramento,
ella contesto que a eso debía su angustia, la voz le aconsejo que se vistieran
de blanco, después se arrojara al lago para que viviera en el eternamente.
Así lo hizo,
la luz de la luna se puso en el lugar, saliendo un ave blanca que comenzó a
volar.
La garza como se le llamo, comenzó a ser vista en
el sitio preferido de la princesa.
Dice la leyenda que el día que desaparezcan las
garzas, dejara de existir el lago de Pátzcuaro, volviendo a ser el valle que un
día fue.
La campana encantada
del lago
Aun en estos
tiempos los indígenas de la región del lago se santiguan, se llenan de horror
cuando el viernes santo que todo es silencio, del fondo del lago surge un
tañido apenas perceptible de una
campana.
Los asustados
habitantes pedían clemencia a Dios, en la creencia de que el origen del sonido
es algo diabólico, pero otros saben que es un castigo por el sacrilegio que
algún día se cometió en esta tierra.
Eran los
inicios de la colonia, los misioneros Franciscanos se dedicaron a la ardua
labor de convertir al cristianismo a los purépechas. Por ello construyeron una
capilla dedicándola a nuestra señora de Santa Ana, para predicar la doctrina
cristiana, en cuya torre colocaron una campana de finísimo sonido, así los
Franciscanos.
Esta labor
fue difícil, mas teniendo que luchar espiritualmente contra el politeísmo, ya
que los indígenas tenían varios dioses, uno para cada ocasión, hechiceros aun
había se dio el caso de que uno de ellos, celoso de lo que inculcaban aquellos
hombres, decidió cobrar venganza contra los que habían conquistado su
territorio, dicen que noche a noche se acercaba al convento para buscar el
mejor momento para cometer algún sacrilegio.
Una de esas
noches pensó en destruir la campana, imaginando que dejarían de asistir a
aquellas enseñanzas.
Sucedió que una
noche muy oscura, propicia para sus fines se escondió tras una enramada
esperando que los misioneros dieran por terminadas sus labores diarias
retirándose a descansar, se acerco al campanario, descolgando de su sitio la
campana, arrastrándola hacia el lago, al llegar al sitio la subió a una canoa
trasladándose al centro, en este lugar traro de arrojar la campana, por propio
peso cayó también el perdiéndose en la profundidad.
Además cada
viernes santo, tañe la campana cuando las demás del mundo callan.
La aparición de
Santiago apóstol en Pátzcuaro
Las
antiguas narraciones nos trasladan hasta la entrada de los ejércitos del rey
don Carlos V a la ciudad con Cristóbal de Olid a la cabeza, que fueron
recibidos en forma magnífica por Tanganxoan II.
La soldadesca,
como sabemos era formada por rebeldes o
delincuentes, deseosos de riqueza, se entregaban a los placeres, satisfechos del pacifico
triunfo sobre ese imperio, al que nunca dominaron los aztecas.
Mientras
esto sucedía, por las noches se escuchaban relinchos aislados, oscuro presagio
de alguna próxima tragedia, los centinelas se entretenían sin pensar que por el
rio Guaní los patriotas se patriotas se preparaban para atacar a los intrusos,
que se habían atrevido a profanar el suelo de sus antepasados, su plan era
echar de sus dominios al invasor, después castigar a Caltzontzin, por no cuidar
los intereses heredados.
Los
ofendidos guerreros sigilosamente se fueron acercando a las moradas de los
españoles. Flechas, lanzas, palos, valor, eran sus armas para exterminarlos, en
el momento oportuno se dejaron ir sobre el enemigo, cuando comenzaba la pelea,
surgió de la noche un jinete, cabalgando sobre un corcel blanco, que destacaba
por la resplandeciente armadura, por los brillantes destellos de una espada que
emanaba una luz que iluminaba el estandarte que portaba en la otra mano,
haciendo correr a los michoacanos que lo habían visto surgir de la nada,
dejando sus armas en el campo del enemigo, refugiándose en los templos,
mientras el misterioso defensor desaparecía así como llego.
Repuestos
de la impresión, se dieron a la tarea de
investigar quien los había salvado de una muerte segura, llegando a la
conclusión de que no había sido otro que el apóstol Santiago, patrón de España
Al otro día los frailes oficiaron una misa de acción de gracias, para proclamar
una vez más al señor Santiago.
El
lugar donde el discípulo del nazareno hizo su aparición se llama el”
Humilladero”.
El Reloj de la catedral
En
una rica región de cierta provincia de Castilla, en una lujosa mansión, vivía
el duque Don Manuel de Ávila, a quien su majestad Felipe II le tenía un
especial afecto, podía asegurarse que el duque era si no el primero, uno de los
más cercanos al rey.
Resulta
pues, que nuestro hombre era uno de los incondicionales a Felipe II, quien como
a él favoreció con tierras a otros protegidos, provocando en Don Manuel, las
primeras envidias, primero secretamente, luego murmurando en contra de todas
las disposiciones del rey. Así pues, la fidelidad se convirtió en furiosa envidia,
por dejar de recibir tanta riqueza y poder.
No
falto quien comunicara al rey que su amigo había traicionado su confianza y
puesta en el, ante esto fue encarcelado, se le formo causa, resultando culpable
de alta traición, la sentencia debería consumarse en la plaza del lugar,
colocando su cabeza en algún balcón, todo ello al dar las doce campanadas del
día siguiente, por la noche.
Al
otro día, preparados para ejecutar al duque al llegar la hora señalada
únicamente sonaron once campanadas, por lo que el reo fue devuelto a la
prisión.
Un
día después repitieron los preparativos, pero el reloj toco también once
campanadas, se pospuso nuevamente la ejecución, la noche siguiente sucedió lo
mismo.
La gente se preguntaba el significado de
aquella señal, al llegar estas noticias al rey, quiso cerciorarse
personalmente, escuchando que solo tocaba once veces, entonces el monarca
decidió otorgar la pena de destierro, el reloj también fue desterrado
perpetuamente, para que el virrey lo entregara a una nueva ciudad.
Llego
el reloj a Pátzcuaro, colocándose en la torre de la iglesia catedral, bajo la
custodia de los Jesuitas, después a cargo del ayuntamiento.
También
el duque llego a México, prometió revestir el reloj de oro con plata y
colocarlo en un digno marco de cantera.
Cuando
se dirigía a esta ciudad, fue asaltado para robarle sus bienes, en un momento
de distracción de sus raptores trato de huir, cayendo a un rio. Murió ahogado
al sonar precisamente las doce campanadas de la media noche, la promesa quedo
incumplida.
Juraban
los moradores de nuestra ciudad que al dar las doce campanadas en nuestro reloj
de la compañía, aparecía un hombre sujeto con cadenas, que recorría las calles,
precipitándose a un rió, perdiéndose en el tiempo.
En
la actualidad algunos habitantes de Pátzcuaro juran haber visto al duque
recorriendo los rincones de la compañía de Jesús.
La fuente de Santa
María
De
las leyendas de la ciudad, quizá la más inverosímil sea la que ahora toca
narrar, que tuvo lugar en la fuente que se encontraba en los muros de San
Nicolás de Obispo.
Vivía
en Pátzcuaro una joven muy humilde, para colmo de males era “fea como la noche”
para compensar tan ingrato atributo procuraba servir lo mejor que podía a sus
semejantes.
Un
buen día en que la mandaron por agua a la fuente, se encontró en la escalera de
la entrada con un joven que se entretenía lanzando piedras al agua, cuando ella
bajo, el joven le arrebato el cántaro, el bajo también a no permitirlo, comenzando un juego inocente
que duro horas sin que se notara el paso
del tiempo, hasta que se escucho el tañer de las campanas de catedral, llamando
las ultimas oraciones del día.
Asustada,
emprendió el camino a casa, cuando se quiso despedir de la única persona que la
había tomado en cuenta, se dio cuenta de que su nuevo amigo había desaparecido
dentro del mismo pozo.
Lo
extraordinario del acontecimiento fue que mucha gente bajo ese mismo día al
manantial y no vio a ninguno de los dos
jóvenes en lugar, por lo que al llegar a su casa ella fue severamente
castigada, ya que cuando fueron a buscarla al pozo no la encontraron, aunque la
niña nunca en su vida volvió a ver a aquel amigo.
Llevo
tan santa vida según su confesor, que Dios se compadeció de su soledad, que
tomando figura humana la acompaño todo un día. El nombre de esta mujer fue
Josefa Antonia de la Salud Gallegos, quien dedico su vida por completo a Dios.
La curandera celestial
Nos
transporta la leyenda hasta la costa Michoacana, donde vivía un joven arriero
que aquejado por el hambre, la pobreza, la enfermedad, se encontraba postrado
en su humilde vivienda, manteniéndose de la buena voluntad del vecino, que le
procuraba un poco de alimento acompañado de remedios para su mal, que nunca
hicieron ningún bien al cuerpo del enfermo.
Un
día se vio por aquellas tierras a una mujer que fue descrita así por los que lo
vieron: de regular estatura, tez apiñonada, muy joven, de cabellos negros,
vestida a la usanza de las indígenas, cubierta con un rebozo negro como los
comunes de la región, la mujer se entero de aquel hombre y lo visito en su
morada, diciendo que era una curandera que estaba dispuesta a devolver al
hombre la salud del alma y el cuerpo con la condición de que atendiera sus
consejos, el paciente no dudo en ningún momento de la buena fe de la señora,
así que se puso en sus manos, aunque no hablo de pago alguno.
Al
transcurso de los días, el enfermo comenzó a reír, a caminar, a probar
alimentos. Recuperando las fuerzas al grado de que en veinte días estaba
dispuesto a trabajar. La mujer viendo aquellos avances le dijo que al día
siguiente partiría hacia su tierra, pues allá tenía más enfermos que atender,
el arriero respondió que no tenía aun para pagar la curación que dejara la
dirección para algún día hacer dicho pago, la curandera contesto: No te apures,
pues Dios todo poderoso te dará cuando tengas oportunidad de visitarme en
Pátzcuaro, pregunta por María Marta de la Salud, soy conocida y querida por esa
región , vivo a un lado del convento de las madres dominicas, te espero por
ahí.
El
arriero pudo trabajar nuevamente en la ruta, en poco tiempo se repuso
económicamente, recordando su deuda. En uno de sus viajes a Pátzcuaro aprovecho
para buscar a su enfermera, recorrió la ciudad en su busca sin encontrarla,
cansado se preparaba para volver a su tierra, cuando recordó la mención de las
madres dominicas, acudió a la madre portera, dando la descripción de la
curandera, ella a su vez hablo con la superiora, quien acudió al portón.
El
arriero le dijo que traía regalos para María Marta, vivía cerca de ahí, la
monja no podía dar crédito de lo que oía, recuperándose le dijo: “Buen hombre,
la mujer que buscas es nuestra prelada, vive con nosotras, pasa al oratorio ahí
la veras, tú mismo entrégale los regalos”.
Llegaron
al lugar indicado corriendo la cortina que cubría la imagen, todo fue verla el
arriero llorando agradecido reconoció a ella a su benefactora gritando: “Es
ella, María Marta, gracias madre mía”.
Las
religiosas recibieron los regalos, entre ellos una tela gris, un rebozo, unos
aretes de oro de tierra caliente, acompañado de otros presentes, dignos de tan
celestial imagen.
Con
estos regalos se vistió a la virgen, hasta que el tiempo dio cuenta de ellos.
Los
que conocen esta leyenda dicen que al párroco no le agradaba vestir así a la
virgen, por lo que decidieron quitárselos para llevarlos a guardar, pero al
llegar al altar se dieron cuenta que nuevamente tenia los mismos vestidos, fue
entonces que decidieron dejárselos, comprendiendo que esa era la voluntad de la
virgen.
Salud de los enfermos
Data
está muy documentada leyenda del año 1690, cuando la sagrada imagen de nuestra
señora de la Salud se encontraba en la iglesia del sagrario, bajo el cuidado
del señor Meléndez Carreño, que deseaba vestir a la virgen de ricas telas y
joyas digna de ella.
Con
este pensamiento, recibió autorización del obispo de Michoacán para devastarle
el traje original de pasta de caña, conocidas
aquellas intenciones, los vecinos se negaron a permitir esa herejía, entre este
grupo se encontraba don Juan de Pedraza, quien argumentaba que la destrucción
no sería solamente de la imagen, si no de la misma obra de Quiroga.
Una
noche, el señor Carreño dispuso bajar la imagen llevándola secretamente a la sacristía,
donde se dispusieron a hacer el corte,
al momento de ejecutarlo, vieron todos con gran terror que el rostro de la
imagen estaba afligido y con sudor, por lo que inmediatamente suspendieron sus
trabajos.
Viendo
todos la misma tristeza, suplicaron a la virgen que los permitiera
perfeccionarla, procediendo todos a entonar devotas oraciones, después de los
rezos desapareció la mirada triste de su cara, por lo que inmediatamente se
siguieron los trabajos. Únicamente cuando se pretendió resanar una de las cejas
por encontrarse maltratada, no fue consentido por la señora, ya que al momento
de aplicar el barniz, caía inmediatamente. Terminando el desbaste, sobre
doraron todo el cuerpo de la imagen, fue entonces que se encontró grabado una
inscripción medio borrada por el tiempo, que decía:” SALUS INFIRMORUM”. Estos trabajos se realizaron en un lugar
apartado del hospital anexo al templo.
Las
cuatro noches que permaneció la imagen en ese lugar se aspiraron suaves aromas,
los críos que la acompañan las veinte cuatro horas, no padecieron mengua
alguna.
El
señor Pedraza, avisado de la proximidad de los trabajos se presento en el
sagrario, amenazando al sacristán Francisco Yáñez fue recibido por el cura
quien lo condujo hasta el altar, donde había colocado con anterioridad otra
imagen de la virgen. Pedraza quedo satisfecho de ver la imagen original (Siendo
que no lo era).
La
sagrada imagen de Nuestra Señora de la Salud, patrona de Pátzcuaro, sigue protegiendo
a su pueblo desde el altar mayor de su Basílica.
El carruaje del santísimo
Pátzcuaro,
desde su fundación, se ha distinguido por la religiosidad de sus moradores,
adorando primero a Curicaveri durante siglos, y después de la conquista,
gracias a la evangelización de los misioneros, cambiaron el politeísmo por la
idolatraría al mártir del Gólgota. Prueba de ello eran las notas del alabado
con voz de los arrieros que salían o entraban a la ciudad por la madrugada,
mientras que por las noches al escucharse el toque de oración, se musitaba el
credo.
De
igual forma cuando el sereno anunciaba la hora con voz gangosa y monótona,
pregonaba: “Ave María purísima, son las doce y sereno”.
A
esta voz, los trasnochados contestaban:”En gracia de dios concebida”. Este
fervor religioso hacia que los patzcuarenses tuvieran tal temor de Dios, que
una blasfemia los ponía a temblar imaginando los horrores del averno, esto
hacia lógico el terror que les inspiraron los hechos siguientes:
Corría
el año del señor de 1860 cuando surgió
esta leyenda:
“En
una fría tarde de invierno salió de la parroquia el carruaje del santísimo, que
era cerrado y de color negro, tirando por dos mulas blancas; su interior se
encontraba ricamente forrado, y en él viajaba el sacerdote que daba el viatico
a los enfermos de muerte, la gente piadosa se angustiaba a su paso y una que
otra se unía al cortejo con una vela encendida.
En
esta ocasión bajaron por la cuesta de Colon, entraron a la plaza mayor y cerca
del callejón del Tranchete apareció un hombre bien vestido, con un bastón de ébano
en la mano con el que ataco a las mulas, golpeándolas fuertemente y provocando
el desequilibrio de la estufa, que finamente fue controlada por el cochero. Los
animales, tratando de defenderse, repararon hasta que el sujeto cayo al suelo,
donde lo pisotearon hasta matarlo sin poder evitarlo los feligreses testigos de
los hechos. Al momento bajo el cura, quien dio los últimos auxilios
espirituales a aquel desconocido y poco después siguió la procesión a su
destino.
Al
pasar un mes de los sangrientos y escalofriantes hechos, como a las ocho de la
noche comenzó a aparecer un individuo con la misma indumentaria que el atacante
del cortejo, y en el mismo sitio.
Decían que dé el salía una luz infernal por
sus ojos y de su boca palabras irreverentes hacia el todo poderoso y cuando
había insultado ya al creador desaparecía dejando una estela de humo oliendo a
azufre.
Y
noche con noche se repetía la escena llenando de espanto a los pobladores de Pátzcuaro
quienes no se atrevían a pasar por ese lugar, menos por la noche, y se decía
que no era otra cosa más que el alma de aquel blasfemo que se atrevió a
levantar la mano contra dios.
En
estos tiempos vivían en la ciudad un sacerdote que tenia dones especiales de
clarividencia, y una noche escucho una voz de un hombre que decía ser el alma
de aquel que un día había atacado la procesión y que había sido muerto por las
bestias. Se dijo además que como fue renegado de la religión, dios le concedió
la gracia de permitirle arrepentirse. Mas no era él quien llenaba de temor a la
gente, si no el demonio quien procuraba que su alma no obtuviera el descanso
eterno por haber pedido perdón al cielo, por lo que ahora se dirigía al cura.
Al día
siguiente, el sacerdote fue presuroso a comunicar su experiencia a los padres Franciscanos,
quienes de inmediato se dieron a la tarea de preparar un exorcismo para echar
de aquel lugar al mismo demonio.
Llegada
la noche y preparados los religiosos, se trasladaron al lugar de los hechos
encontrando ahí al aparecido diciendo injurias, atacaron lo con ritos sagrados
de la iglesia hasta que lograron dominar a aquella aparición del mal. Se
estremeció la tierra, el ambiente se lleno de una espesa niebla y se limpio de
un fuerte olor a azufre y entre todo esto se escuchaban los gritos
escalofriantes del diablo, quien se debatía en su derrota.
Cuando
hubo pasado todo, regreso la normalidad y no se volvió a presentar ni escuchar
al aparecido.
Esto ocurrió, repite la
leyenda a la entrada del callejón del Tranchete que fue vendido por el
ayuntamiento de Pátzcuaro a Don Luis Ortiz Lazcano, conde de casas blancas
quien finco en ese lugar una construcción que está marcada con el numero cincuenta
y dos de la plaza Vasco de Quiroga. E (Gonzalez, 1986)
CAPÍTULO VI
TEMPLOS DE PÁTZCUARO
TEMPLOS DE PÁTZCUARO
La Basílica
Es
el templo más importante de Pátzcuaro, cuya peculiaridad es que no se ubica en
la parte central de la ciudad, cerca de la sede del poder civil, como en la
mayoría de las ciudades proyectadas en los primeros siglos de la Colonia.
Fue
construida por mandato del primer Obispo de Michoacán, Don Vasco de Quiroga,
sobre un centro ceremonial prehispánico, lo que significaba una transformación
religiosa. Funcionó como sede catedralicia hasta 1580 cuando se decidió que
Valladolid (Morelia) cumpliera con esta labor.
Fue
designada Basílica desde 1924 y la edificación que hoy se puede admirar es el
resultado de varias reconstrucciones. Su fachada es sencilla con pocos
elementos ornamentales.
En
su interior se encuentra la figura de la Virgen de la Salud, patrona de la
región. Se trata de una hermosa imagen modelada en pasta de caña de maíz que
data del siglo XVI, a la que muchos peregrinos llegan a ofrecer su devoción
suplicando por la salud de los enfermos. Los restos de Don Vasco de Quiroga
reposan en este lugar.
La
Basílica de Nuestra Señora de la Salud es el principal edificio religioso de
Pátzcuaro, edificado sobre una pirámide purépecha. Actuó como catedral hasta el
traslado de la sede de la diócesis a Morelia en 1580, donde se construyó otra
catedral. Es basílica desde el 23 de enero de 1923.
La
época de construcción de este edificio corresponde al siglo XVI, con un plan
original basado en la catedral de Granada con una gran capilla pentagonal
rodeado de sus correspondientes capillas, aunque no se llegaron a construir
todas. Dentro del mismo se puede contemplar una imagen de la Virgen de la salud
hecha de pasta de caña, muy venerada por los indígenas purépechas. En una
capilla lateral del edificio principal se encuentran protegidos por una urna en
un monumento, los restos y algunas pertenencias del primer obispo y fundador
del Colegio de San Nicolás Obispo, don Vasco de Quiroga. (Ponce, 2004)
Templo de la Compañía de Jesus
Este templo se erigió
en el siglo XVI funcionó temporalmente como sede catedralicia hasta 1566, año
en el que fue tomado por los monjes jesuitas. Su fachada es de estilo barroco
muy austero y su techumbre, a dos aguas. El interior presenta una planta de
cruz latina con bóveda de madera.
Esta iglesia fue la sede de la Compañía de
Jesús (Jesuitas), quienes arribaron en 1574 a Michoacán para educar a los
indígenas en la católica.
La
Construcción data del siglo XVI y cuenta con un reloj en su torre, cuya leyenda
indica que fue exiliado de España debido a que marcó la muerte de un miembro de
la realeza, otros cuentan que fue un regalo del Rey Felipe II.
Este
edificio de gran patio y tranquilos pasillos es actualmente sede de la casa de la cultura.
A
pedido expreso de don Vasco de Quiroga antes de su muerte, posteriormente del
Obispo electo Fray Diego de Chávez y por último del propio rey Felipe II en
1571, los Jesuitas arribaron a México hacia 1572. Llegaron en un número de 15
con su provincial el padre Pedro Sánchez.
Ya
en la Nueva España, la primera casa que fundaron fue la de Pátzcuaro, en 1573.
Vinieron para tal efecto los padres Juan Curiel, Juan Sánchez Baquero y los
hermanos Pedro Rodríguez y Pedro Ruiz de Salvatierra, quienes después se
ordenaron sacerdotes.
Este
edificio comenzó a construirse en 1585. Perteneció a los Jesuitas hasta 1767,
año en el que fueron expulsados de España y de la Nueva España debido a graves
conflictos políticos con la corona (antes la orden había sido ya suprimida por
el Papa Clemente XIV y consecuentemente expulsada de Francia y Portugal, siendo
reconocida nuevamente hasta 1814 por el Papa Pio XII). A partir de entonces el
inmueble tuvo los más diversos usos, el último de los cuales fue la escuela
primaria “Vasco de Quiroga”. Posteriormente cayó en ruinas y estuvo abandonado
por cerca de 30 años. En 1990, un grupo de ciudadanos se organizó, formando un
patronato que se dedicó a buscar recursos para su restauración y su uso
inmediato en actividades de tipo cultural. Dichos trabajos se iniciaron en 1992
y culminaron en noviembre de 1994 con resultados que saltan a la vista en sus
sobrias y enormes salas de exposición, pintorescos pasillos y verdes jardines.
Actualmente
el lugar funciona como un centro cultural dependiente de la Secretaría de
Cultura de Michoacán y se presentan funciones de cine y teatro, se imparten
algunas disciplinas y se exponen obras de artistas locales, nacionales e
internacionales en sus salas de exposiciones.
Como
se mencionó con anterioridad, los Jesuita o Compañía de Jesús se estableció en
Pátzcuaro en 1574 como respuesta a varias peticiones y luego expulsada por
diversos conflictos con la corona. Este templo forma parte física (ya no
operativa) de lo que ahora es el Ex-colegio Jesuita. Su patrono es San Ignacio
de Loyola.
Dicho
templo es una construcción sobria y tradicional del siglo XVI de “planta
latina”, es decir consta de una sola bóveda de cañón con dos áreas laterales
que forman la cruz latina y que recuerda en cierto modo las fortificaciones al
estilo del renacimiento existentes en España, pero en este caso aplicando el
uso de materiales de la región como adobe y madera y además introduciendo las
tejas de barro. El nivel de este templo no es la original, puesto que durante
el siglo XIX se elevó su altura como una moda, por lo cual se observa una
ligera caída en la torre y en la puerta lateral de la iglesia se nota un
desplazamiento debido al gran peso que soportan.
Guarda
una importante pinacoteca compuesta de varios arcángeles pasionarios - llamados
de este modo debido a que en sus motivos se incluyen elementos de la pasión de
Cristo – atribuidos al pintor colonial Juan Miranda. Además, se puede
contemplar una singular imagen de Santa María Mayor, la cual llegó a este sitio
debido a la gran amistad que unía a don Vasco de Quiroga y a Francisco de Borja
entonces general de los Jesuitas que estaba en Roma, el segundo pidió permiso
al papa para realizar reproducciones de la imagen en cuestión, de la cual se
hicieron cuatro reproducciones que llegaron a América, de las cuales una se
encuentra en la Profesa en la ciudad de México, pero metida con otro óleo en el
que aparece San Lucas como el pintor oficial de la Virgen. Dos más se
encontraban en Puebla y Oaxaca, pero se desconoce su paradero, de todas, la que
en mejor estado de conservación se encuentra es precisamente en el templo de la
Compañía. (Ponce, 2004)
Convento Dominico de Santa Catarina (Casa de los once
patios)
La única institución religiosa
derivada de Santo Domingo que existió en Pátzcuaro fue ésta. Un convento que se
estableció a mediados del siglo XVIII en el sitio que pertenecía a lo que fue
el hospital de Santa Marta. Esta casa es de un gran esplendor. En ella se hace
alarde de capiteles, arcos, arquivoltas fuertemente moldeadas, claves en su
centro y además muestra un baño de sumo interés con una portada de estilo
barroco, rica en extremo. Dicho baño tiene un valor incomparable si se toma en
cuenta la escasez de sitios destinados para este propósito. Es de gran belleza
y elegancia. Tal vez lo más sugestivo que hay en Pátzcuaro.
En la actualidad, dicho edificio
funciona como la casa de las Artesanías de la región. Visitarla es muy
importante si se quiere admirar a los artesanos realizando su trabajo.
Templo del Sagrario
Un lugar histórico, fundado por Don Vasco de
Quiroga, como Hospital de Santa Martha entre 1536 y 1540. En ese mismo tiempo
pidió que se realizara con la técnica de Pasta de Caña de Maíz una imagen de la
Virgen, a la que consagró y nombró Patrona con la advocación de la Salud.
Siendo en este lugar donde Nuestra Señora de la Salud de Pátzcuaro permaneció
por 150 años.
En 1603, se construyeron los primeros cimientos de
lo que en su momento sería el Santuario; poco a poco se fue edificando este
monumento. Para 1691, el Obispo Fray Baltasar de Covarrubias, otorgó licencia a
los indígenas del Barrio de San Salvador para que en el Hospital de Santa
Martha, se levantara el altar del descendimiento y que saliera una
peregrinación todos los años durante el Viernes Santo. Tradición que perdura y
que podemos observar cada Semana Santa en Pátzcuaro.
Con el paso de los años, el culto a la Virgen de la
Salud de Pátzcuaro aumento, volviéndose insuficiente este recinto religioso.
Así en 1691, se inició su construcción, concluyendo su construcción y siendo
solemnemente dedicado el 8 de Diciembre de 1717 por el cura Eugenio Ponce de
León.
Con la construcción de este Santuario, el Hospital
de Santa Martha fue desplazado y poco a poco se fue destruyendo. Actualmente,
todavía se pueden observar los restos del hospital en las casas contiguas al
Templo del Sagrario.
En 1719 se fundó una cofradía con el nombre del
Descendimiento y Santo Entierro de Cristo y la Soledad de la Virgen.
Para el año de 1743, este recinto religioso le fue
entregado al Convento de las Monjas Dominicas.
En el Templo del Sagrario la imagen de la Virgen de
la Salud de Pátzcuaro permaneció durante 191 años, hasta que en el año de 1908
fue trasladada a lo que es hoy en día la Basílica de Nuestra Señora de la Salud
de Pátzcuaro.
Santuario de Guadalupe
En 1832 se termino la construcción de este templo
dedicado a nuestra señora de Guadalupe, año que quedo grabado en una escultura
que remata la torre.
La
edificación de esta iglesia de estilo neo clásico fue ordenada por Feliciano
Ramos en 1833, debido a una promesa que le había hecho a la Virgen de
Guadalupe.
Este
hombre llegó de La Habana a México siendo esclavo de una familia española.
Tiempo después, obtuvo su libertad debido a su buena conducta y poco a poco se
convirtió en un comerciante brillante y exitoso.Lo
sobresaliente del lugar, son siete esculturas que representan siete virtudes.
Cuatro de ellas están en la fachada de la torre y representan la Caridad, la
Fe, la Templanza y la Fortaleza.
Templo de San Francisco
Pátzcuaro
fue uno de los primeros lugares en donde se establecieron los franciscanos
dentro de la zona lacustre, debido a su importancia como centro de población
hispánico. No se sabe la fecha exacta de la fundación del convento, aunque los
propios cronistas franciscanos afirman que este fue el quinto convento de la
provincia de Michoacán, establecido por fray Martín de la Coruña, uno de los
doce primeros franciscanos que llegaron a la Nueva España. Sin embargo, se sabe
que ya estaba aquí cuando don Vasco de Quiroga trasladó la sede episcopal de
Tzintzuntzan a Pátzcuaro, por lo que se asume que es el más antiguo de la
ciudad.
Templo del Hospital de san Francisco (el Hospitalito)
Se
ubica en la esquina que hacen las calles de Ibarra y Federico Tena. Abrió sus
puertas en 1545, junto con el templo del convento de San Francisco, formando
parte del hospital, hoy desaparecido. Allí se enseñaba la doctrina cristiana y
se administraban los santos sacramentos. Los indígenas eran los encargados de
asearlo, mantenerlo en buen estado y ornamentarlo con lo necesario.
El
objetivo de este hospital fue similar al del hospital de Santa Marta, fundado
por don Vasco de Quiroga y fue, a su vez, imitado más tarde por el hospital de
Santa Catarina, fundado por los indígenas en el barrio de San Agustín.
Templo de San Juan de
Dios
Los
religiosos de la orden hospitalaria de San Juan de Dios, fundaron su convento e
iglesia en Pátzcuaro, el año de 1672, los comienzos de la institución debieron
ser muy precarios, a mediados del siglo XXVIII, Don Pedro de Ibarra prominente
vecino de la ciudad dejo una fuerte cantidad de dinero y varias fincas para el
mantenimiento del hospital, así como la introducción del agua al
establecimiento.
A
finales del siglo XVIII, la iglesia era de mampostería y bóveda con su crucero
y capilla mayor, coro con barandal de madera, una caja de órgano vieja, torre
con tres campanas medianas, pila de agua bendita de piedra, dos confesionarios
y pulpito con su tornavoz.
Tenía
cuatro retablos el del altar mayor era de madera dorada con un sagrario con la
puerta guarnecida de plata, una repisa con la imagen del santo padre de bulto,
un santo Cristo de bronce dorado.
En
los lados se encuentra un señor crucificado y siete imágenes de talla y seis
cuadros de la pasión.
En
su interior se conservan un Cristo de pasta de caña de maíz elaborado en el
siglo XVI y una pintura al óleo que representa las dos figuras más importantes
para esta orden religiosa: el Papa y San Francisco de Asís. La puerta de acceso
al claustro es una de las más bellas obras renacentistas que existen en la
ciudad.
(INAH, 2005)
CAPÍTULO V
CAPILLAS PÁTZCUARO
CAPILLAS PÁTZCUARO
Capilla del humilladero
El Humilladero
es una pequeña capilla que se dice fue el lugar de encuentro entre españoles y
tarascos, cuando Cristóbal de Olid llega por primera vez al Imperio Tarasco y
sale a su encuentro Tanganxoan II, corría el año de 1522; rindiéndose a los
conquistadores para evitar lo sucedido en Tenochtitlán.
Años
más tarde se levanta allí la Cruz Atrial y capilla del Humilladero, lugar de
oración para los que llegaban y partían de la ciudad.
También
conocida como Capilla del Cristo. En 1553 Don Vasco de Quiroga dispuso que se
esculpiera la figura de un Cristo crucificado formando la cruz y el cuerpo de
una sola pieza en cantera. El origen del nombre humilladero viene por la
exposición de dicha cruz ante la veneración de los viajeros que entraban y
salían de la ciudad. El acceso a esta antigua capilla es a través de una
hermosa calzada bordeada de frondosos árboles.
Capilla de el Calvario
La capilla del Calvario fue
edificada a devoción y costo de Fray Marcos Ramírez de Prado, Obispo de Michoacán,
terminándose en el año de 1666 como lo indica la inscripción colocada entonces
en el cubo de la torre. Datos del libro “Historia de Pátzcuaro” de Manuel
Tousaint, manifiesta que según una antigua tradición, la capilla se levantó el
lugar donde estaba una yacata que contenía los restos de Tariacuri, destacado
jefe purépecha. En el primer tercio del siglo XIX, se hicieron algunos trabajos
de mantenimiento y mejoras, entre los que destacan los siguientes: se le agregó
otro cuerpo a la torre con su veleta, en virtud de que no cabían las esquilas
que se le hicieron. Se construyó una casa adjunta para que le sirviera al
capellán encargado, además de un cuarto junto a la sacristía y una barda en el
contorno para su seguridad.
El interior de la iglesia se
redecoró pintando 37 varas de friso y el altar mayor en perspectiva, se
compraron varias imágenes, una escultura de Jesucristo con su corona y diademas
para San Juan y la Magdalena, cuatro profetas, La Santísima Trinidad y el Señor
del Desmayo, la campana mayor y dos esquilas con herrajes de Coalcomán y varios
ornamentos relacionados con el culto. En 1831 se terminó la calzada que sube a
la capilla de 200 varas de largo por seis de ancho.
La ubicación de esta capilla del
Calvario se localiza al poniente de la población, sobre una preeminencia del
Cerro del Estribo Grande. La ubicación es típica de las capillas que reciben la
advocación de El Calvario las cuales aprovechan siempre alguna colina cercana a
las poblaciones para escenificar en Vía Crucis que termina con la crucifixión
de Cristo. Esta capilla culmina la calle que parte de la iglesia de San
Francisco, donde se inicia el Vía Crucis. En un lado de la calle se ubican los
nichos que señalan las estaciones. La fiesta en honor de la virgen de Dolores, se lleva a cabo
un viernes antes del Viernes Santo. (Martinez,
2016)
Capilla de la Cruz Verde
Los orígenes de la Cruz Verde se
remontan a tiempos de Don Vasco de Quiroga. Esta cruz fue elaborada por los
indígenas del lugar. En un lugar se le llamó Cruz de los Misioneros, pero
posteriormente al notar la gente que había sido realizada con un trozo de madero "tierno" que
nunca maduró, comenzaron a llamarla Cruz Verde.
Una vez realizada, fue instalada
en lo que ahora es la calle Cruz Verde, donde posteriormente se construyó una
capilla para colocarla.
Entre las leyendas se cuenta, que antiguamente
los comerciantes provenientes de las islas del lago de Pátzcuaro, subían
caminando hacia el centro de la ciudad cargados con sus mercancías para
venderlas en el Tianguis que se realizaba en lo que hoy en día es la Plaza
Vasco de Quiroga y antes de llegar a comerciar sus flores, frutas, verduras y
pescados entre otros productos, llegaban a la iglesia donde se encuentra la
cruz y le pedían que tuvieran buenas ventas.
En agradecimiento a los favores solicitados y
cumplidos, los comerciantes cubrían la cruz con
diferentes producto de las mercancía que traían para vender. (INAH, 2005)
Conclusión
Este
trabajo tiene la esencia histórica de Pátzcuaro, tiene en cada uno de sus
rincones algo que contar, es por eso que a los Patzcuarenses nos llena de
orgullo narrar cada una de sus relatos.
Algunas
de las leyendas se relacionaron con los templos, dándonos un aire de suspenso.
Dicho
en otras palabras tenemos muchas historias que contar y muchos lugares que
conservar, los cuales nos fueron heredados por nuestros antepasados, para que
trasciendan por mucho tiempo más.
En
conclusión nuestra ciudad tiene valores
dignos de que sigan vivos en futuras generaciones.
BIBLIOGRAFÍA
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Mexico, Michoacan, Mexico. Mexico: CEDEMUM.
De conceptos.com. (2016). Recuperado el 22 de septiembre de 2016, de
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http://deconceptos.com/ciencias-sociales/leyenda#ixzz4Q2YLXxih
Gonzalez, E. S. (1986).
Patzcuaro Legendario. Patzcuaro Michoacan.
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de 2016). La capilla del calvario en Patzcuaro aun de pie. Cambio de
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(11 de Junio de 2016). Tipos de Leyendas. Mexico, Mexico.
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